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Tal vez necesitamos un poco de minimalismo

Foto del escritor: Geraldy RojasGeraldy Rojas
“La mejor manera de descubrir lo que realmente necesitamos es deshaciéndonos de lo que no necesitamos”- Marie Kondo


En un mundo caracterizado por el ruido del consumismo y la acumulación desenfrenada, el minimalismo emerge como un faro de luz, brindándonos una nueva perspectiva. Nos invita a crear un estilo de vida simple, claro y libre de trivialidades, ofreciendo un camino hacia una existencia más significativa en un entorno abrumadoramente complejo. ¿Te has detenido alguna vez a considerar cómo sería vivir con menos, pero con más significado? En este artículo, exploraremos las ventajas del minimalismo y por qué podría ser precisamente lo que necesitamos en nuestras vidas agitadas y consumistas.


Imagina un armario lleno de ropa que rara vez usas, una agenda ocupada por compromisos innecesarios, un teléfono móvil repleto de aplicaciones poco útiles y una mente congestionada con preocupaciones superficiales. Ahora, visualiza un armario con solo las prendas que realmente amas, una agenda simple con tiempo libre para ti mismo, un teléfono con aplicaciones funcionales y una mente clara y enfocada en lo que realmente importa. ¿Cuál de estos dos escenarios elegirías si solo pudieras tener uno? De acuerdo a tus preferencias y hábitos personales cualquiera podría ser una opción, pero considero que un estilo de vida sin preocupaciones y ajetreo innecesario es el deseo de muchos de nosotros. En este sentido se comprende la aplicación del minimalismo en nuestras vidas: una elección de lo importante y la eliminación de cosas innecesarias que obstaculizan la inversión de nuestro tiempo en lo que realmente merece nuestra atención.


Se ha considerado erróneamente que el minimalismo se limita a habitaciones blancas y vacías con pocos muebles. Sin embargo, este movimiento debe entenderse como un estilo de vida que busca abordar el consumo desmesurado y, a la vez, priorizar las cosas importantes de los asuntos que restan energía y tiempo. Según un estudio sobre las ventajas del minimalismo, este no se reduce únicamente a la posesión de pocas cosas en el hogar, sino que implica un conjunto de principios que regulan nuestra forma de consumir y priorizar en la vida cotidiana (Hernández-Salinas et al., 2021, 20). En consecuencia, el minimalismo fomenta un consumo más responsable y extiende la simplificación de nuestras vidas en general.


Entonces, si este enfoque nos invita a cuestionar nuestras elecciones de consumo, a considerar cuidadosamente nuestras necesidades reales y a eliminar lo superfluo, ¿de qué manera influye en nuestra calidad de vida? Uno de los beneficios más notables es la mejora en la salud mental y emocional. De acuerdo a ello, el minimalismo puede ayudar a reducir la ansiedad a razón de que permite enfocarnos en lo que realmente importa y; además, elimina las fuentes de estrés innecesarias. Asimismo, el estilo de vida minimalista contribuye al ahorro del tiempo y la energía, pues al reducir las decisiones diarias relacionadas con las actividades y objetos que nos abruman, podemos tener más disposición a dedicar nuestro tiempo a actividades significativas. De manera análoga, este beneficio también influye en nuestras relaciones personales. Al simplificar nuestra vida, priorizamos las relaciones cercanas y fortalecemos los lazos interpersonales. En otras palabras, empezamos a compartir nuestro tiempo con las personas que en verdad apreciamos.


Por otro lado, sin dejar de lado el minimalismo material, es conveniente resaltar el beneficio más conocido de este movimiento: Reducir el consumo constante de bienes materiales. A pesar de que la adquisición de objetos novedosos y atractivos puede brindarnos una sensación de bienestar, es igualmente factible experimentar esta satisfacción a través de la apreciación de los recursos que ya tenemos en nuestro poder. De este modo, en lugar de buscar la adquisición de más bienes, los objetos que tenemos se utilizarían de manera más eficiente. Esto último rompería el ciclo del consumismo, el cual fomenta el gasto inconsciente como las compras compulsivas. Por esta razón, el minimalismo contribuiría al uso de nuestros recursos de manera más inteligente y, además, eliminaría los valores materialistas que muchas veces nos llevan a grandes deudas financieras.


Dicho esto, recordemos los dos escenarios planteados en un comienzo. Por un lado, de acuerdo al primer escenario, la cantidad de cosas que tenemos en nuestro hogar, los compromisos sociales que acumulan estrés y las expectativas que sentimos que debemos cumplir ocasionan que cuestionemos si nuestro estilo de vida es saludable. Por otro lado, partiendo del segundo escenario, un espacio vital sin objetos, compromisos innecesarios y una mente más despejada permiten que nos enfoquemos en lo que realmente necesitamos y valoramos. Frente a estos escenarios se ha podido observar que el minimalismo ayuda a aliviar la carga que solemos llevar en nuestra rutina. En la medida que rechacemos lo innecesario, tenemos más control de nuestras vidas, menos presión por las expectativas externas y más enfoque en nuestro bienestar. Así pues, empezamos a decir “no” a los compromisos y objetos que abruman nuestras tareas diarias. Teniendo en cuenta que el minimalismo no implica la eliminación extrema de todo lo que nos preocupa, consideremos la posibilidad de incorporarlo en los diferentes aspectos de la vida, incluso en pequeñas dosis. Tal vez necesitamos un poco de minimalismo para liberarnos de la ansiedad y permitirnos disfrutar un estilo de vida más pleno y equilibrado.


Referencia bibliográfica

Hernández-Salinas, K., Mendoza, R., & Gandur-Manzano, A. K. (2021, 06 30). El minimalismo,

un estilo de vida. Convicciones, 7(14), 19-22. https://www.fesc.edu.co/Revistas/OJS/index.php/convicciones/article/view/651


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