No dejemos de pensar en una representación que mire siempre hacia el país, que no lo deje, que no le sea indiferente.
Cuando somos electos/as para asumir la enorme responsabilidad que representa ser la voz de nuestros compañeros/as ante las instancias de gobierno universitario, tendemos a pensar, de forma literal, que nuestro campo de acción se limita exclusivamente a la universidad. Puesto que, en primer lugar, nuestra prioridad es defender el bienestar estudiantil, tener un rol cercano a sus demandas y proyectarse a abordarlas de forma coherente y a largo plazo. Este es el primer encargo por el cual somos elegidos/as y para la cual nuestra mirada de servicio debe estar enfocada. Sin embargo, es importante comprender que nuestro ejercicio de representación responde también a una acción y ambición histórica. Para esto es importante recordar por qué surge la representación estudiantil, su importancia fuera del campus y por dónde empezar.
Reforma de Córdoba y los desafíos actuales de la representación estudiantil
En primer lugar, el primer acto que oficializó la idea anhelada de democracia en la universidad, entendiéndose en su plenitud como la participación del estamento estudiantil en las decisiones de gobierno universitario, fue la Reforma de Córdoba en 1918. Estudiantes se movilizaron en la provincia argentina para exigir su reconocimiento como ciudadanos de su universidad y no plenos receptores del conocimiento.
Esta idea ambiciosa de pensar la universidad más allá de un espacio de formación académica y entrelazar su quehacer con la vida política permitió formar lo que hoy entendemos por política universitaria.
Esta idea se movilizó con gran fuerza en los países de la región y posibilitó importantes reformas universitarias relacionadas con pensar la educación como derecho humano, bien público, responsabilidad social y en sí misma una oportunidad de cambio social. En el Perú, y en específico en nuestra universidad, hablar de Representantes Estudiantiles ante el Consejo Universitario y Asamblea Universitaria nos remonta hasta antes de los 2000s. Por tanto, nos antecede una costumbre democrática, en su versión delegativa, y lo que involucra. No obstante, pareciera que nos hemos estancado en dos aspectos importantes para la democracia: la participación plena y la sostenibilidad de la participación política. Por un lado, no podemos hablar de democracia si en los 10 meses que llevamos de gestión ha sido mínima la información que hemos recibido muchos/as REAs sobre la situación económica de la universidad, viéndolo de forma superflua y limitada. Cómo podemos hablar de democracia si nuestra participación se ve limitada por la sobrecarga académica, por las desigualdades, por el acoso político, por la intolerancia, por la apatía, por el desinterés.
Cómo podemos hablar de democracia si el único ejercicio democrático de nuestros compañeros/as es votar una vez al año, qué tal símil de la democracia peruana.
Eso me lleva a lo segundo, la formación estudiantil y el fortalecimiento de su representación es una responsabilidad colectiva, y que interpela principalmente a la representación. Tenemos una gran tarea en generar interés en nuestros/as compañeros/as sobre la política universitaria, construir un espacio seguro y abierto al cual puedan acercarse y desenvolverse. Un espacio donde se adopten nuevas formas de hacer política, innovaciones en un país que nos destruye con su política partidaria tradicional. Un espacio formado desde los/as estudiantes para los/as estudiantes, al servicio de la comunidad universitaria, al servicio del quehacer ciudadano, al servicio del país. Pero su sostenibilidad es una tarea que nos queda aún más pendiente. Todos los proyectos que han surgido en esta línea no han podido ser continuado, se han limitado a espacios electorales y no ha trascendido de ello. No dejemos de pensar en ello.
Unidos por la equidad: el rol de los estudiantes en la transformación social
En segundo lugar, parte de esa ambición democrática que iniciaron los movimientos estudiantiles tenía también la misión de fortalecer constantemente el movimiento a fin de responder a las demandas globales del estudiantado. Eso hace común escuchar que la educación pública, de calidad y descentralizada como las principales banderas de los gremios estudiantiles.
Porque se es consciente de que es por medio de la educación y su pleno alcance, que las sociedades están más cerca de la equidad y la justicia.
Porque nos hermanan luchas con más gremios estudiantiles: la calidad educativa, la autonomía universitaria, la democracia estudiantil, la responsabilidad social, la igualdad de género, la lucha contra la violencia, la inclusión y la interculturalidad en la educación, y un gran etcétera. Por tanto, sabemos que ante problemas comunes la respuesta es colectiva. En esa línea, nuestro deber como movimiento estudiantil debe direccionarse en exigir mejores universidades para el país, mejores condiciones educativas, por una ley universitaria efectiva y que apueste por universidades de calidad, científicas, descentralizadas y, sobre todo, autónomas.
Experiencias y compromisos: desde la acción universitaria hacia el cambio social
En tercer lugar, les dejo unas dos experiencias a nuestra futura representación para que puedan conocer desde donde se puede empezar o, mejor dicho, desde donde es urgente partir:
Este año tuve la grata oportunidad de organizar, en conjunto con más compañeras de distintas universidades de Lima y el país, el Primer Encuentro Feminista Interuniversitario. Este encuentro nos permitió socializar buenas y no tan buenas experiencias de avances hacia universidades libres de violencia de género y que apuesten por la igualdad. Pude compartir mi experiencia en el Comité de reapertura de Sala Cuna, desde el cual logramos reformar el reglamento y quitar las condiciones de postulación que impedían que estudiantes que no fueran del tercio superior y de primera escala, pudieran acceder a este servicio. Cuando escucharon que somos la única universidad en el país con una sala cuna y con 3 lactarios en todo el campus fue triste su sorpresa. Aún más cuando supieron que es nuestro derecho, porque por ley las universidades deben proveerlo.
Vimos que el camino por recorrer en católica parecía más próspero, pero para las demás universidades en el país era un enorme caminar que empezar.
Otra experiencia fue en el contexto de las movilizaciones acontecidas este año. En este contexto de resistencia ante las muestras claras de autoritarismo, era nuestro deber acompañar la movilización estudiantil y en esa línea abogar por su seguro ejercicio. Es así que podemos asegurarle a nuestros/as compañeros/as que hay un protocolo desde la Dirección de Asuntos Estudiantiles ante casos de detención arbitraria o violencia durante las marchas. El apoyo de docentes en Derecho para estudiantes y ciudadanía en general también está ahí. Y nuestro acompañamiento está de forma permanente, personalmente desde las calles. Sobre ello, algo más que me gustaría mencionar es que para la tercera toma de Lima tocamos la puerta del nuevo equipo rectoral, conversamos, les mostramos la carta firmada por un importante grupo de representantes, estudiantes y egresados, y nos mostraron su negativa a los principales puntos que habíamos traído. Quedamos en varias propuestas y con ansias de sus respuestas terminamos la reunión. Hasta ahora seguimos esperando.
La nueva representación como una oportunidad para el cambio
Quiero finalizar deseándole los mejores éxitos a la nueva representación de cogobierno y espero con ansias las próximas elecciones gremiales. Por favor, no dejemos de pensar en una representación que mire siempre hacia el país, que no lo deje, que no le sea indiferente. Es en estos tiempos de crisis total que más nos necesita como estudiantes. Empecemos, desde donde podamos, desde donde nos abran las puertas.
Y si no hay puertas, las construiremos a fin de llevar por delante las causas colectivas que nos hermanan.
Referencias
UNESCO-IESALC. (15 de junio de 2022). La Reforma Universitaria de Córdoba de 1918 como invitación permanente. UNESCO-IESALC. Recuperado de https://www.iesalc.unesco.org/2022/06/15/la-reforma-universitaria-de-cordoba-de-1918-como-invitacion-permanente/.
Feminista Interuniversitaria [@feministainteruniversitaria]. (s. f.). Perfil de Instagram. Instagram. Recuperado de https://www.instagram.com/feministainteruniversitaria/.
Universidad Nacional de Córdoba. Manifiesto Liminar. Recuperado de https://www.unc.edu.ar/sobre-la-unc/manifiesto-liminar.
Carta abierta al Rectorado (19 de julio de 2024). Recuperado de https://docs.google.com/document/d/1rCHZJGmQXh7udhURtrlJQkh7P46FI5dP9tiqYuTeaTk/edit?usp=sharing.
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