La ruralidad está limitada a factores estructurales que amañan el avance a la igualdad social y económico que se refleja en el insuficiente nivel de educación
La ruralidad en el Perú se conduce a través de un estigma de indiferencia hacia sus pobladores. Abordar los problemas sociales, económicos y políticos que avasallan a las comunidades requiere prestar atención a sus posibilidades de un acceso igualitario a los diferentes sectores y condiciones para afrontar la pobreza. El sistema patriarcal enraizado en la ruralidad en nuestro país ubica a las mujeres en una posición desventajosa en el acceso a la tierra y a su educación. Si bien las cifras estadísticas representan una mayor representación de la mujer en la ruralidad, aún hay mucho camino por recorrer como sociedad con el apoyo de políticas públicas del Estado como garante en el respeto a sus derechos.
17 años de reconocimiento a la mujer rural
El 18 de diciembre de 2007, la ONU mediante su Asamblea General decretó el Día Internacional de las Mujeres Rurales para cada 15 de octubre. La finalidad del reconocimiento es resaltar la importancia que tienen las mujeres y niñas en las zonas rurales dentro de los sistemas alimentarios y económico a nivel global. Ello no solo representa conseguir el empoderamiento a las mujeres rurales, sino que es fundamental para la lucha contra las brechas de educación, pobreza extrema, el hambre y en la economía.
En nuestro país, “El 77,8% de las mujeres rurales ocupadas se encuentran dedicadas al sector Agricultura, Pesca o Minería, 9,7% al sector Servicio y el 9,3% al Comercio, entre los principales” (INEI 2022: 78). Si bien existe un mayor involucramiento de las mujeres en los sectores agrícolas, muchos de estos trabajos no son remunerados o se visualiza un sueldo desproporcionado con las actividades realizadas. Ello refleja una gran barrera socioeconómica que enfrentan mujeres y niñas para acceder a ingresos remunerados en el ámbito laboral, en el acceso a la tierra, obtención de créditos o de un acceso a servicios públicos como la educación y la asistencia sanitaria. De tal manera, las mujeres rurales son una parte esencial en la producción agrícola, muchas veces trabajando en condiciones precarias y enfrentando una carga desigual de responsabilidades. Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), las mujeres representan aproximadamente el 30% de la fuerza laboral agrícola en el país. Sin embargo, a pesar de su contribución vital, suelen tener limitado acceso a recursos como tierras, crédito, educación y capacitación técnica. Esta desigualdad se traduce en un ciclo de pobreza y subdesarrollo que afecta no solo a ellas, sino a toda la comunidad (INEI 2022: 86).
Muchas mujeres se ven forzadas a compaginar las labores del hogar con las exigencias del campo. [...] Esta dualidad de roles contribuye a perpetuar estereotipos tradicionales que relegan a la mujer al plano doméstico
La situación de la mujer rural en Perú se complica aún más por factores como la violencia de género, la falta de representatividad en espacios de toma de decisiones y la escasez de servicios básicos. Muchas mujeres se ven forzadas a compaginar las labores del hogar con las exigencias del campo, lo que limita su capacidad de desarrollo personal y profesional. Esta dualidad de roles contribuye a perpetuar estereotipos tradicionales que relegan a la mujer al plano doméstico, impidiendo el reconocimiento de su trabajo y su invaluable aporte a la economía nacional.
¿Qué sigue después? Retos a seguir
El reconocimiento a la mujer rural es un primer paso para contrarrestar las desigualdades de
género, ello debe ser la partida de un camino marcado de cambios. La ruralidad está limitada a factores estructurales que amañan el avance a la igualdad social y económico que se refleja en el insuficiente nivel de educación que brinda el Estado a este sector. Asimismo, según el MIMDES, el desempeño de la capacidad gerencial de los pobladores en la pequeña agricultura es reducida en el manejo tecnológico y la poca capacidad de organización, en el acceso limitado a los mercados de servicios agropecuarios y empresariales, y la débil capacidad productiva que responde a la falta de capacidad en infraestructura productiva como de capital físico (2008: 20).
Al garantizar su acceso a educación y recursos, no solo se mejora su calidad de vida, sino que se potencia el desarrollo económico y social de las comunidades en las que viven
Es esencial reconocer que el empoderamiento de la mujer rural no solo es un imperativo moral, sino también un objetivo estratégico para el desarrollo sostenible del país. Las mujeres rurales son capaces de implementar prácticas agrícolas innovadoras, gestionar recursos de manera eficiente y contribuir a la seguridad alimentaria. Al garantizar su acceso a educación y recursos, no solo se mejora su calidad de vida, sino que se potencia el desarrollo económico y social de las comunidades en las que viven.
Por lo tanto, en este Día Internacional de la Mujer Rural, es fundamental hacer un llamado a la acción. Las políticas públicas deben ser revisadas y adaptadas para abordar las necesidades específicas de las mujeres rurales, promoviendo su inclusión en los procesos de decisión y planificación. Asimismo, la sociedad civil y el sector privado deben colaborar activamente para crear oportunidades que permitan a estas mujeres desarrollar todo su potencial.
Como reflexión...
A manera de conclusión, respecto a lo mencionado, más allá de analizar sustancialmente los problemas que aquejan a la ruralidad, se muestra el panorama general de los factores estructurales que vulneran una sociedad igualitaria entre lo urbano y lo rural en el ámbito socioeconómico. El reconocimiento a la mujer es un primer paso para romper estas brechas. No obstante, hay mucho camino por recorrer no en un sentido paternalista, sino en transformar una sociedad que supere las barreras de desigualdades socioeconómicas que no prolonguen la pobreza en el ámbito rural. Por lo tanto, su contribución a la economía y a la cultura merece ser reconocida y celebrada. Este Día Internacional de la Mujer Rural nos recuerda la importancia de luchar por la igualdad de género y por un futuro en el que las mujeres rurales puedan acceder a los mismos derechos y oportunidades que sus pares en entornos urbanos
Referencias:
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA E INFORMATICA (INEI)
2023 Situación de la mujer rural, 2022. Consulta el 11 de octubre de 2022.
MINISTERIO DE LA MUJER Y DESARROLLO SOCIAL[1]
2008 La mujer rural en el Perú: situación y avances. Lima. Consulta: 13 de octubre de 2024.
NACIONES UNIDAS
16 años de reconocimiento del papel de la mujer rural. Consulta: 12 de octubre de 2024.
NACIONES UNIDAS
Mujeres rurales: guardianas de la naturaleza por nuestro futuro. Consulta 12 de octubre de 2024.
ONU MUJERES
En la mira: Día Internacional de las Mujeres Rurales. Consulta: 12 de octubre de 2024.
[1] Actualmente Ministerio de la Mujer y de Poblaciones Vulnerables
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