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A pesar de ser pionera del feminismo en el Perú y anticiparse en muchos de sus planteamientos sobre la emancipación de la mujer a otras feministas de todo el mundo, María Jesús Alvarado es poco conocida. Sus ideas y su activismo feminista constituyeron un hito en la historia peruana y latinoamericana de las mujeres. A pesar de la idea generalizada de la mujer como un ser inferior que necesitaba de la tutela masculina, Alvarado situó a las mujeres como parte fundamental de un proyecto de “regeneración” (en los términos positivistas de su época). Esta regeneración implicaba librarnos de atavismos históricos que nos persiguen hasta la actualidad: resabios coloniales, sexistas y racistas. Por todo ello, en este breve texto reflexionaré, en primer lugar, sobre las bases de su propuesta feminista, influida por movimientos sufragistas, el positivismo comteano y el evolucionismo de Spencer. Luego, procedo a explicar su activismo a favor de la libertad y libre desarrollo de las mujeres, destacando los logros alcanzados con su organización "Evolución femenina".
María Jesús Alvarado (1878-1971) nació en Chincha en una familia de clase media empobrecida producto de la Guerra con Chile. Durante su infancia, se trasladó a Lima con su madre sin un apellido o fortuna que las respalde. Por falta de recursos no pudo continuar la secundaria ni la instrucción superior, a pesar de sobresalir académicamente. Su impresionante biblioteca y el registro de visitas en San Marcos demuestran que fue una intelectual autodidacta (Zegarra, 2011: 20). Alvarado desarrolló y sustentó con solidez los principios de su feminismo de la igualdad, el cual estuvo imbuido del positivismo comteano, del evolucionismo de Spenser y del higienismo burgués. En este acápite estudiaremos los principales planteamientos de su propuesta teniendo como hilo conductor su discurso El feminismo. Precisamente, en 1911, inauguró el feminismo peruano con este discurso que fue disertado en la Sociedad Geográfica de Lima (Guardia 2021).
Las ideas feministas de Alvarado han llamado la atención de diversos investigadores debido a la riqueza y profundidad de su planteamiento. Según Zegarra, influenciada fuertemente por el filósofo Spencer, propuso que el feminismo estaba relacionado al concepto de “evolución femenina”. Para ella, este concepto no solo tenía que estar relacionado a los hombres, sino que debía extenderse por igual a las mujeres. En ese sentido, este concepto también implicaba la inserción y perfeccionamiento de las mujeres en todos los ámbitos de la vida pública y privada: el comercio, las artes, los cargos públicos, etc. Expandiendo el planteamiento de Spencer, sostuvo que este progresivo avance de las mujeres era un proceso inevitable, pues era producto natural e indiscutible del “imparable progreso de las sociedades”. Frente a la inevitabilidad de este proceso, la responsabilidad de la sociedad peruana y de las mujeres en particular era acelerarlo. El primer paso para acelerar este proceso era la educación científica de la mujer. Una vez emancipada intelectualmente, podría lograr la conquista de sus derechos y aportar con el contingente de sus fuerzas al progreso de la sociedad (Zegarra 2011).
Esta idea del progreso de las sociedades estaba relacionada al planteamiento positivista del célebre filósofo Auguste Comte. El positivismo fue una de las corrientes filosóficas más importantes e influyentes en el continente americano decimonónico, llegando a tener importantes representantes en el Perú (incluyendo a Clorinda Matto de Turner y Mercedes Cabello de Carbonera) (Tauzin, 1996: 79). Para Comte, las creencias religiosas deberían ser reemplazadas por la razón y la ciencia. Al ser estas las nuevas guías de la humanidad, una educación científica y laica serían un pilar para el progreso de las naciones (Zegarra, 2011: 25). El ideal positivista era la consecución de la felicidad universal producto de un orden social más justo coincidente con los avances científicos (Tauzin, 1996: 80-82). Respecto a la cuestión femenina, el planteamiento comteano no escapó de la hegemonía patriarcal. Sostuvo que la educación de la mujer debía estar en función de ser mejor madre y centro del hogar (Guardia, 2021:244). Esta educación permitiría que la mujer, en tanto ser altruista y moral, sea la regeneradora moral de la sociedad. Por ende, rechazó la idea del trabajo femenino (Zegarra, 2011: 25). El alcanzar esta utopía implicaba la construcción de una sociedad donde no haya injusticias y todos sean iguales (Zegarra, 2011: 132-194).
A excepción del alejamiento del ideal patriarcal de Comte, la filosofía de Comte inspiró los 4 ejes del feminismo de Alvarado. Estos ejes son explicados por María Jesús Alvarado en su discurso “El Feminismo”, disertado en la Sociedad Geográfica de Lima. Primero, propone impulsar una educación científica igualitaria a la mujer. Esta debía llevar todos los cursos que llevaban sus pares masculinos, pero con un curso extra: puericultura. Esta propuesta educativa tiene dos objetivos. Por un lado, esto le permitiría a la mujer ejercer todas las profesiones liberales que le fueron negadas en el pasado. Por otro lado, en relación a la influencia del higienismo burgués en su pensamiento, se debería preparar a la mujer para profesionalizar y perfeccionar su labor maternal. La moral de la sociedad no era más que el reflejo de la moral del hogar. Por ello, las mujeres deberían transformar el hogar en un lugar higiénico donde se inculquen valores que serán de provecho para la patria. Cabe resaltar que Alvarado consideró que la principal función de la mujer, al igual que todas las mujeres analizadas en esta monografía, era la maternidad. Para ella, esta elevaba su condición y le otorgaba el derecho a ser ciudadana. La segunda reforma era el acceso de las mujeres al trabajo pues era injusto condenarla a la dependencia económica al varón. Muchas mujeres quedaban viudas o eran abandonadas y no tenían las herramientas para salir adelante sin descuidar su honra. La tercera reforma era la del Código Civil de 1852. En líneas generales, este código condenaba a la mujer a la tutela del marido, pues era concebida como un ser emocional e inferior, incapaz de actuar con autonomía. Por último, la mujer, ya emancipada económica e intelectualmente, se transformaría en una ciudadana apta para elegir y ser elegida como representante de la nación.
En concordancia con sus planteamientos feministas, Alvarado realizó un intenso activismo a favor de la emancipación intelectual y económica de las mujeres para que así puedan desarrollarse plenamente y tener la posibilidad de elegir y ser elegidas. Según Guardia, en 1914, María Jesús Alvarado funda Evolución Femenina, la primera organización feminista del Perú la cual estaba integrada por mujeres de sectores acomodados. Esta organización estaba “orientada a lograr la incorporación de la mujer al trabajo y la igualdad jurídica iniciando así el debate en torno a la emancipación de la mujer, el derecho al sufragio, la educación y acceso a cargos públicos” (Guardia, 2021: 315). Una de las primeras acciones de esta organización fue crear la Escuela-Taller Moral y Trabajo con el objetivo de instruir a las jóvenes obreras que, a falta de educación y recursos, se tenían que dedicar a actividades como la prostitución. Alvarado, para conseguir sus objetivos, con una actitud eminentemente política, buscó construir alianzas políticas y sociales que le permitan consolidar este proyecto (Villavicencio, 2010: 28-30).
Otro punto importante en su agenda fue la campaña emprendida para que las mujeres participen en las Sociedades de Beneficencia Pública. Según Castorino, esta fue una elección estratégica. Esta participación, a pesar de circunscribirse en el espacio público, era acorde con las “aptitudes y condiciones femenina” (Citado en Villavicencio, 2010: 31). En efecto, según Villavicencio, las mujeres de clases acomodadas ya pertenecían a asociaciones de carácter asistencialista cuyos fines eran ayudar a las mujeres pobres y a los niños. La organización desplegó una exitosa campaña política con el fin de ganar alianzas. Mandaron un proyecto de ley ante el Parlamento Nacional presentado por los diputados Samuel Sayan y José Balta. También se dedicó a sensibilizar a la opinión pública a través de publicaciones en diversos medios de comunicación. A pesar del debate y la tensión que generó este reclamo debido a la reacción conservadora, se logró la promulgación de esta ley. Este fue el primer triunfo feminista de nuestra historia republicana (Villavicencio 2021). Según Zegarra, en 1923, Evolución Femenina envió un memorial a la Comisión reformadora del Código Civil de 1851 instando a que se les otorgue los derechos civiles a las mujeres. Ese mismo año invitaron Carrie Chapman Catt, feminista norteamericana, a dar una conferencia junto con Alvarado en la Universidad Mayor de San Marcos. Luego, por gestión de Alvarado, Chapman fundó el Consejo Nacional de Mujeres del Perú que tuvo como principal objetivo el sufragio femenino (Zegarra 2011).
Como señala Guardia, durante el Oncenio de Leguía (1919-1930), María Jesús Alvarado se convirtió en un personaje incómodo debido a su constante apoyo a favor de la reivindicación de los sectores subalternos de la sociedad peruana. En el año 1924, el gobierno dictó la Ley de Conscripción Vial la cual proponía que los indígenas y obreros trabajen de 6 a 12 días al año gratuitamente en la construcción de carreteras. Ante el amedrentamiento gubernamental, ningún periódico quiso publicar el pliego de reclamos de los obreros excepto una imprenta: la que pertenecía a la Escuela-Taller Moral y Trabajo que, con mucho esfuerzo, Evolución femenina había logrado comprar. María Jesús Alvarado, de forma valiente, accedió a publicar el pliego de reclamos de los obreros. En consecuencia, el gobierno le exige que revele el nombre de los obreros que redactaron el pliego, pero ella no accede. Ante esta negativa, Alvarado fue enviada a la cárcel de Santo Tomás. Ante la protesta de diversos miembros de la comunidad civil, el gobierno la libera, pero la amenaza para que se vaya al exilio. El mensajero del presidente le dijo que sería liberada con la condición de que partiera del país, pues “podrían sucederle incidentes más graves” (Guardia, 2021: 315-317). El diario La Crónica comentó en su editorial: “Cuando las demás se meten en cosas de hombres, se exponen a tener que someterse a las consecuencias de los actos viriles” (Guardia, 2021: 317). Cabe recordar que, el historiador Mannarelli vinculó la destrucción de este acontecimiento con la destrucción de la imprenta de Clorinda Matto de Turner (por razones similares: el activismo político femenino, esta vez a favor de Cáceres). Entonces, al margen de otras causas políticas, estos hechos constituyeron la sanción de una sociedad conservadora y patriarcal que condena a aquellas mujeres que querían hacerse oír y cambiar la situación de sus congéneres (Mannarelli 2020).
En este breve texto he reflexionado sobre las ideas y la lucha feminista de una mujer que, por su trascendental importancia, aún tiene mucho que enseñarnos. Alvarado entretejió con sus ideas feministas un discurso de modernización y reconstrucción nacional. Presentó a la mujer como parte fundamental de un proyecto de regeneración en una sociedad machista y patriarcal. Para estos objetivos, propuso 4 grandes reformas: educación, trabajo, reforma del código civil y sufragio femenino. Pero ella fue mucho más que una intelectual de escritorio. Con una tenacidad y valentía pocas veces presentes en la historia, plasmó sus motivaciones en una intensa actividad política. Esto la llevó a enfrentarse con diversos grupos de interés, lo cual la llevó a la prisión y al exilio. Sus irreductibles esfuerzos por mejorar las condiciones de vida de las mujeres peruanas nos invitan a seguir comprometiéndonos con la lucha feminista.
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Bibliografía
Guardia, Sara (2021) Mujeres peruanas. El otro lado de la historia, 5ª ed. Perú, Lima: Gráfica
Mannarelli, María Emma, y David Velásquez. 2020. “Palabra escrita, espacio público y política en Clorinda Matto de Turner”. Discursos Del Sur, Revista De teoría crítica En Ciencias Sociales 5 (julio): 91-120. Consulta: 2 de noviembre de 2021.
Tauzin, Isabelle (1996) “El Positivismo Peruano En versión Femenina: Mercedes Cabello De Carbonera Y Margarita Práxedes Muñoz”. Boletín De La Academia Peruana De La Lengua 27 (diciembre), 79-100. Consulta: 20 de setiembre de 2021.
Villavicencio, Maritza (1990). Breve historia de las vertientes del movimiento de mujeres en el Perú. Perú, Lima: Ediciones Flora Tristán, Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán. Consulta: 10 de noviembre de 2021.
Zegarra Flórez, Margarita (2011). “María Jesús Alvarado: la construcción de una intelectual feminista en Lima, 1878-1915”. [Tesis de maestría, Pontificia Universidad Católica del Perú]. Consulta: 2 de noviembre de 2021.
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