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Creación de la FEUP: ¿Una nueva FEP del Perú o una esperanza para la representación estudiantil?

Foto del escritor: Rafael Polar Rafael Polar
Desde el regreso a la presencialidad, la constante crisis de representatividad que vive la política universitaria-estudiantil en diversos gremios universitarios del país se ha visto cada vez más difícil de afrontar. En ese sentido, hace exactamente un mes, en el II Encuentro Nacional de Autoridades y Dirigentes Estudiantiles (ENAE) organizado por la Federación de Estudiantes de Cusco (FUC), se creó la Federación de Estudiantes Universitarios del Perú (FEUP). A propósito de ello, resulta extremadamente necesario reflexionar sobre su creación y, más aún, ser críticos en cuanto hacia dónde apunta este nuevo espacio de congregación de representantes estudiantiles en nuestro país. Por dicha razón, en el presente artículo de opinión, se abordará desde la experiencia personal todo lo relacionado a la creación de la FEUP y, de la misma manera, se presentará una opinión crítica sobre su génesis y cuáles son las expectativas que circundan a este espacio.


Desde el regreso a la presencialidad, la constante crisis de representatividad que vive la política universitaria-estudiantil en diversos gremios universitarios del país se ha visto cada vez más difícil de afrontar. Desafortunadamente, las presiones por parte de las autoridades universitarias, la apatía política, el desarraigo participativo y la corrupción han debilitado fuertemente la organización universitaria. Ahora bien, a pesar de estas situaciones, tanto a nivel autoorganizado como potenciado por los representantes estudiantiles de turno, se han gestado espacios de empoderamiento y revitalización de la representación estudiantil.


En ese sentido, hace exactamente un mes, en el II Encuentro Nacional de Autoridades y Dirigentes Estudiantiles (ENAE) organizado por la Federación de Estudiantes de Cusco (FUC), se creó la Federación de Estudiantes del Perú (FEUP). A propósito de ello, resulta extremadamente necesario reflexionar sobre su creación y, más aún, ser críticos en cuanto hacia dónde apunta este nuevo espacio de congregación de representantes estudiantiles en nuestro país. Por dicha razón, en el presente artículo de opinión, se abordará desde la experiencia personal todo lo relacionado a la creación de la FEUP y, de la misma manera, se presentará una opinión crítica sobre su génesis y cuáles son las expectativas que circundan a este espacio.


De su creación, de el proceso y mi crítica


En primer lugar, resulta necesario establecer una pequeña aclaración en cuanto a las opiniones vertidas en el presente artículo. Si bien cuento con la condición de Presidente de la Mesa Directiva del Centro Federado de Estudios Generales Letras, las presentes opiniones no necesariamente representan la opinión ni de la Federación de Estudiantes de la PUCP, ni del Centro Federado que represento, ni de ningún espacio deliberativo gremial, ni de las personas que me acompañan en la Mesa Directiva; todas son opiniones de tinte personal.


Una vez establecido ello, es menester proveer contexto en cuanto a qué es el ENAE, qué es la FEUP y qué es la FEP, tres espacios importantes para poder comprender el contexto de este artículo.


Primeramente, el Encuentro Nacional de Autoridades y Dirigentes Estudiantiles, conocido por sus siglas “ENAE”, es un espacio potenciado por la Federación de Estudiantes de Cusco que busca potenciar un espacio de encuentro, debate y formación colectiva de estudiantes universitarios en donde las diversas problemáticas que aquejan a nuestro país sean puesta en agenda de debate. Este año, se llevó a cabo el II ENAE en la ciudad imperial de Cusco, diversos gremios universitarios tuvimos la oportunidad de participar. Entre ellos, nos encontrábamos representantes estudiantiles de diversos gremios estudiantiles y espacios de co-gobierno de diferentes regiones del país como Arequipa, Cusco, Trujillo, Ayacucho, Lima y entre otras regiones. En esa misma línea, el ENAE de este año se centró en diversas temáticas, entre ellas, por ejemplo, se problematizó cuestiones referidas a la Ley Universitaria 30220, de la misma manera, se avizoraron problemas como las graves vulneraciones a los derechos humanos en las manifestaciones y, finalmente, un constante debate sobre la representación estudiantil en general. Estos importantes temas se afianzaron en mesas de discusión en las cuales representantes estudiantiles de diferentes universidades eran partícipes. En líneas generales, desde mi punto de vista, el II ENAE cumplió de manera cabal de potenciar un espacio de integración, participación y debate de manera cabal. Ahora bien, es importante resaltar que hubo delegaciones mucho más comprometidas con una participación activa que otras, desafortunadamente eso es algo que escapa de las manos de la organización. Sin embargo, y haciendo una especie de mea culpa (pues en un inicio no compartía esta postura) es importante potenciar la participación de todas las personas interesadas, pues a mayor sea la concurrencia, mucho más enriquecedor es el debate.


En cuanto a la FEUP, estas siglas representan a la Federación de Estudiantes Universitarios del Perú. Esta fue fundada el 16 de julio del 2023 en el II ENAE. Sin embargo, a manera personal, cuento con serias críticas hacia la creación de este espacio. En primer lugar, me parece necesario establecer que me encuentro rígidamente a favor de potenciar una suerte de confederación de federaciones universitarias que lleve la batuta al momento de potenciar la participación de los estudiantes universitarios en diversos temas de la agenda política nacional e internacional.


En ese sentido, considero que el modelo chileno con la existencia de la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) representa un modelo admirable y digno de replicar a nivel nacional. La posibilidad de entregar un petitorio universitario anual al Poder Ejecutivo es un avance notable en la lucha por el reconocimiento de las demandas estudiantiles. Ahora bien, soy muy crítico con la creación de la FEUP no por su objetivo final, sino por su proceso de gestación. Creo fehacientemente en la participación plural y representativa de los estudiantes en estos procesos y creo que el ENAE representaba un espacio necesario para poner el tema sobre la mesa, pero no para ejecutarlo. Es más, considero que la existencia de espacios deliberativos en diversas universidades se ha ignorado completamente y se ha ponderado las opiniones de representantes estudiantiles que, si bien pueden haber sido electos democráticamente, deben de obrar en relación a lo que las asambleas les demanden. Aunado a ello, creo que el proceso de creación no ha sido lo suficientemente transparente, pues a pesar de que este se gestó en un espacio del II ENAE, la gran mayoría de discusiones excluía a todos los asistentes y se llevaba a cabo en un espacio reducido para algunos representantes, que si bien “jerárquicamente” y estatutariamente ocupan cargos más representativos, la inexistencia del debate y transparencia da pie a suspicacias en el proceso de creación y repartición de cargos transitorios.


Finalmente, la Federación de Estudiantes del Perú (FEP), querida y odiada por muchos, es una organización gremial a nivel nacional que fue fundada en 1916. Esta busca, al igual que su ahora contraparte la FEUP, agrupar a estudiantes de universidades, sin embargo, la FEP agrupa también a estudiantes de institutos, escuelas de artes y centros escolares. Ahora bien, la FEP se ha visto envuelta en diversos escándalos que han hecho que pierda más y más su legitimidad. Esta situación ha empujado a la FEP a un punto en el cual la gran mayoría de sus pronunciamientos y actuaciones no representan genuinamente a la gran mayoría de estudiantes. De la misma manera, la FEP ha sido acusada en reiteradas ocasiones de haber sido cooptada por intereses políticos y partidarios, que, sin dudarlo, obstaculizan la lucha por las demandas estudiantiles.


Propuesta y conclusiones


A manera de conclusión y ya habiendo establecido la clara crítica a la FEUP, a manera personal, considero que es extremadamente necesario apostar por un espacio mucho más transparente y horizontal. La representación estudiantil necesita una confederación que facilite el trabajo coordinado entre federaciones, pues, en los últimos meses, los espacios ya existentes: 1) no se han podido dar abasto con las actividades; 2) han dejado de lado a los gremios de universidades fuera de Lima. Por ende, creo que la necesidad de una confederación es clara. Ahora bien, dicha necesidad no supone la creación de un espacio coordinado sin un debido proceso de gestión representativo y plural. El éxito o fracaso de estos espacios se determina en la participación que tienen los diferentes actores que forman parte de este. En ese sentido, si se apuesta por un espacio que designa de manera interna los cargos provisionales, que se gesta sin la intervención de los diferentes espacios deliberativos y excluye a los representantes estudiantiles que no tuvieron la oportunidad de ser parte del II ENAE lamentablemente se encamina a un modelo similar al de la FEP en donde realmente no se representan los intereses de los estudiantes, sino los de unos cuantos. La política universitaria debe de solidificarse en principios de transparencia, democracia y participación, por dicho sentido, la propuesta de una “federación de federaciones” ha de constituirse también en dichos principios.

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