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#8M Día Internacional de la mujer: ¿Celebración o Conmemoración?



Anabeth S. Auccapiña Gallegos - Women in Law (WILA)

1. Introducción


El 8 de marzo es reconocido internacionalmente como el Día de la Mujer, un día que conmemora una de las conquistas de la mujer contra el sistema patriarcal. Esta conquista permitió el reconocimiento de los derechos de las mujeres en varios ámbitos. No obstante, este día significa mucho más, conmemora la difícil e infinita lucha por parte de las mujeres en busca de la reivindicación de sus derechos en este sistema que las invisibiliza, denigra y somete. Si bien existen avances en temas políticos, laborales, económicos y sociales, estos aún no son suficientes. Para poder comprender qué hace tan especial y necesario el conmemorar este día, es relevante conocer y comprender el valor histórico y simbólico que este conlleva. Por lo que, en primera instancia, se narrará brevemente la historia detrás del 8 de marzo con la intención de poder identificar su valor histórico y simbólico. En segunda instancia, se expondrán, por medio de tres ejemplos, cómo el capitalismo por medio del consumismo ha logrado tergiversar el verdadero significado del Día internacional de la mujer. Finalmente, se reflexionará sobre si es correcto celebrar o no este día.


2. Valor histórico y simbólico de Día Internacional de la mujer


En 1975, oficialmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el Día internacional de la mujer con la intención de reivindicar la posición de la mujer en la sociedad. Si bien la conmemoración de este día nace con base en un cúmulo de situaciones, existe una en particular, pero no la única, que resalta de entre las otras: El incendio de una fábrica textil que terminó con la vida de varias trabajadoras. En 1991, una fábrica textil, ubicada en la ciudad de New York, se incendió ocasionando la muerte de un centenar de mujeres que trabajaban allí. Esta situación ocasionó que a inicios del siglo XX, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialista, la política comunista Clara Zetkin propusiera la conmemoración de un Día Internacional de las Mujeres con la finalidad de promover la equidad entre mujeres y hombres. Lamentablemente, dado los sucesos históricos ocurridos durante el intervalo de 1915 hasta 1945, esta idea quedó en el olvido. No obstante, con la creación de la ONU, la reivindicación de las mujeres de los derechos de la mujer recibió un notable apoyo internacional. Tal como lo menciona la Dra. Rosario Ruiz, no sería hasta que, en el año 1975, que la ONU declara como Año Internacional de la Mujer, y con una notable intención simbólica, conmemoró el 8 de marzo como el Día Internacional de las Mujeres (2018:6).


El 8 de marzo congrega a millones de mujeres alrededor del mundo, procedentes de distintas culturas, religiones, lenguas, etc. a luchar y visibilizar lo difícil que es ser mujer en un mundo regido por un sistema que limita su existencia. Este día refleja la unión de mujeres de distintas procedencias y muy diferentes entre ellas, con la finalidad de reivindicar y luchar por mejoras en su situación económica, social, laboral, política, familiar, sexual, etc. Son las desigualdades que sufren día a día los que las congrega y motiva a luchar. La conmemoración de este día echa sus raíces en la interminable lucha del feminismo contra el sistema patriarcal, esta lucha tiene la finalidad de visibilizar la precaria situación de las mujeres y mejorar su situación de vida. Con base en esto, el 8 de marzo


representa no solo la larga lucha de la mujer en busca de la reivindicación de sus derechos y el respeto de estos, sino también es un recordatorio de las largas luchas ganadas por grandes mujeres que dedicaron y contribuyeron con su vida a la liberación y visibilización de la mujer.


3. ¿Se debe “celebrar” este día?


3.1 Tergiversación del 8 de marzo


3.1.1 Tergiversación del Día Internacional de la Mujer desde el capitalismo


Basándonos en lo que representa esta fecha, ¿es correcto celebrarlo? ¿Es malo hacerlo? ¿Debo celebrarlo o conmemorarlo? Me parece pertinente aclarar en un primer momento cómo es que este día de conmemoración se fue tergiversando y señalar al responsable de aquello antes de responder a estas preguntas ¿Quién o qué se encargó de tergiversar este día? El capitalismo. Tal como lo mencionan Josefina Martínez y Cinthya Luz, a lo largo de la historia, el capitalismo ha demostrado una enorme capacidad de conocer los movimientos sociales y terminar dominándolos, domesticándolos y transformándolos en nuevos nichos de consumo (2019:3). La posmodernidad contribuiría a esto, dado que junto a ella se dio inicio a una nueva noción de tiempo: vivir solo el presente. La intensidad de vivir el presente ha generado que el pasado, la historia y la lucha pierdan su razón de existir. La nueva ideología ya no toma en consideración cambios revolucionarios, no hay otro camino en el que no esté el capitalismo.


Desde esta perspectiva ideológica, las estrategias reivindicadoras fueron perdiendo fuerza, mientras tanto nuevas teorías exaltaban a la sociedad, pero sin cuestionar o desafiar al sistema capitalista. Por ejemplo, la existencia de este nuevo feminismo neoliberal. El capitalismo logró domesticar y creó un movimiento feminista totalmente superficial y falso ¿Por qué es un feminismo superficial y falso? Porque no genera cambios, no cuestiona al sistema y solo se acopla. Un feminismo que no desafía ni busca reivindicar la posición de la mujer desafiando a los sistemas que nos dominan, no es feminismo y eso incluye al sistema capitalista. Este feminismo posee una característica muy interesante: es individualista. Palabras como empoderamiento y elección, palabras vendidas por el capitalismo para desviar la mira del verdadero problema estructural, ahora son palabras empleadas en todo discurso de apoyo. El capitalismo aprendió como facturar con el feminismo y con ello todo lo relacionado. Décadas atrás, el 8 de marzo solía ser un día de conmemoración, de lucha, de rebelión por parte de las mujeres, con la intención de visibilizar su existencia. Lamentablemente, en la actualidad, son muy pocas las mujeres que conocen el trasfondo y el valor simbólico que conlleva este día. Por otro lado, el capitalismo no actúa solo, sino que fue capaz de facturar y tergiversar la conmemoración de este día con apoyo de su fiel compañero: el consumismo.

Xiomara Allison Palomino Gomez - Letras, Ciudadanía y Política (LCP)

4. Tergiversación del 8M a través del consumismo: reforzamiento de estereotipos y apropiación de esta fecha conmemorativa


A pesar de los importantes avances logrados en materia de género, en nuestra sociedad persisten estereotipos que han llegado a ser interiorizados y normalizados en relación al rol que les corresponde a las mujeres y en cómo se las representa de manera asociada a lo estrictamente femenino. Con motivo de la celebración del Día de la Mujer, esto se hace más evidente en la venta de ciertos tipos de productos tales como electrodomésticos, maquillaje y ropa. Las empresas, al publicitar y ofertar estos productos, transmiten un mensaje que asigna y refuerza el rol de la mujer asociado a la maternidad y, limitarlo a conductas y cánones femeninos. En esta misma línea, debido a la gran apropiación comercial de esta fecha conmemorativa, se tiende a dejar de lado la lucha que el 8 de marzo busca hacer visible y las ventas se convierten en el verdadero foco de las campañas. De esta forma, se consigue banalizar este día y se convierte en una oportunidad más para el beneficio de las empresas.


Por un lado, la venta de electrodomésticos proyecta una imagen que vincula a las mujeres con el rol de madres. De forma más específica, se la asocia a tareas dentro de lo doméstico, como la atención del hogar en relación a la cocina, la limpieza y el cuidado de los hijos. Esto se torna relevante, ya que se la reduce a ello y deja fuera el desenvolvimiento de las mujeres de manera independiente a la esfera familiar. Por otro lado, las numerosas promociones en artículos de belleza y prendas de vestir proyectan una imagen de la mujer que se corresponde con cánones, en muchos casos, estrictamente femeninos y excluye a quienes no encajan en él.


En relación con lo expuesto, Goffman (1976), señala la importante influencia de la publicidad sobre la creación de identidades de género en nuestra sociedad. Así, se generan mensajes que transmiten normas y valores específicos que logran moldear los roles de cada uno en cuanto al género. Esto se vuelve más importante si tomamos en cuenta la gran difusión, en distintos medios, de estas campañas a lo largo del mes de marzo. Cabe resaltar que esta no se limita a un público de mujeres, sino que su alcance llega a todos los miembros de la sociedad en su conjunto, por lo cual tiene un impacto significativo.

5. Ahora... ¿está mal celebrar?


Tras el breve recuento histórico y la exposición de la lucha que representa el 8 de marzo, resulta de igual relevancia traer a colación la extensa discusión que existe en torno a si el Día de la Mujer se debe celebrar o conmemorar. Antes de formular alguna opinión definitiva al respecto, debemos mencionar que las posturas de las mujeres en torno a este día y sus causas son diversas y merecen igual respeto si queremos encaminarnos hacia una educación del feminismo tolerante y crítica.


La postura predominante, entre activistas feministas, es la de no tomar al 8 de marzo como un día de celebración. Por el contrario, se debe dar lugar a la reflexión sobre las distintas problemáticas que denuncian las mujeres. Asimismo, se hace un llamado a todos los miembros de la sociedad, privados y públicos, a impulsar cambios verdaderos que generen espacios seguros y un cumplimiento real de los derechos de las mujeres en las distintas esferas sociales.


A pesar de la legitimidad y de la relevancia de lo que se debe esperar de este día, debemos tener conciencia de que no es una postura que debamos dar por sentada y como universal. Esto puede deberse a distintos motivos, tales como el no conocimiento del movimiento feminista, la desinformación y las posturas disidentes. En esta misma línea, resulta pertinente hablar de la autonomía dentro de la lucha feminista. Según Legarde (1997), la autonomía no puede ser pensada en abstracto, sino que, por el contrario, debe ser determinada por cada individuo en particular. Así, colectivizar una causa específica puede resultar no idéntica para todos los individuos dentro un mismo movimiento social.


Ahora, respecto a la controversia mencionada al inicio, debemos reconocer que todas las mujeres tienen la libertad de decidir cómo conmemoran el 8 de marzo y sus formas de activismo de acuerdo a sus distintas realidades. Además, nos invita a no señalar ni condenar a las mujeres que no encajan dentro del grueso del colectivo. De esta forma, se da lugar a un ambiente que permitirá una educación del feminismo que resulte tolerante e inclusiva con quienes se encuentran en proceso de aprendizaje. En suma, se plantea un punto de encuentro entre las mujeres que deciden celebrar el Día de la Mujer por los logros obtenidos y con total conciencia de lo que este día representa como forma de empoderamiento, incluso si se cae dentro de estereotipos de género asociado a lo femenino. Esto último es posible si es una decisión deliberada, de acuerdo a la voluntad de las mujeres y sin coacción de por medio.

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Bibliografía


Lagarde, M. (1997). Claves feministas para el poderío y la autonomía de las mujeres. Puntos de encuentro.


MARTÍNEZ, Josefina y BURGUEÑO, Luz

2019 “Posmodernidad y feminismo, relaciones peligrosas”. Feminismo y capitalismo. Madrid: Akal, pp. 23- pp. 26.


RUIZ FRANCO, Rosario

2018 “El valor histórico de la celebración del 8 de Marzo como Día Internacional de las Mujeres”. FEMERIS: Revista Multidisciplinar De Estudios De Género, Vol. 3, Num. 2, pp. 5-7.

Goffman, E. (1976). Gender Advertisements. Red Globe Press London.



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